martes, 29 de octubre de 2013

#Yonesasequeda



                                                          #Yonesasequeda

Yonesa es una joven de 24 años. Y ya ha sufrido todos los abusos inmobiliarios a los que podemos ser sometidas buscando un techo para nosotras y nuestras familias.
Hace 3 años, cuando estaba embarazada de su hijo pequeño, vivía con su madre y sus hermanos. Todos ellos trabajaban y llevaban varios años pagando una hipoteca basura, cortesía del Banco Santander.Llegaron a pagar 1500 euros al mes. Pero en poco tiempo varios de ellos perdieron su empleo.
Yonesa dio a luz a su pequeño y su empresa, ante la imposibilidad de imponerle turnos de noche, empezó a restringir sus horarios de trabajo. En poco tiempo, su salario se vio reducido a la mitad.
Su madre le comunicó al banco que ya no le era posible seguir pagando. Les pidió una rebaja de las cuotas, o entregar la propiedad y seguir en su vivienda como inquilina. La "amable" respuesta del Banco Santander fue aceptarle la dación en pago pero les negaron el alquiler. Durante estos trámites, la entidad buscó nuevo comprador para la vivienda, de modo que regularmente recibían en su casa la visita de agentes inmobiliarios con posibles compradores.
Cuando firmaron el acuerdo con el banco se fueron, todas juntas, a un piso de alquiler. 800 Euros a los que pudieron hacer frente durante un tiempo. Pero hace unos meses, la situación ya era insostenible; quienes mantenían un trabajo en la familia, lo hacían desde la más absoluta precariedad. Los ingresos eran mínimos, y su madre decidió alquilar una habitación en un piso compartido.
A las demás les tocaba buscarse la vida. De donde no hay no se puede sacar.
Yonesa tomó una decisión que hasta entonces le parecía impensable: buscaría un techo para ella y sus hijos. SIN MÁS. SIN MIEDO.
Desde hace dos meses, vive en un piso propiedad del Banco BBVA, con sus hijos de 6 y 3 años. Con ella se fue Solenny, su cuñada, con sus pequeñas mellizas de 6 meses. Ella no tiene ingresos, y sus hijas aún son muy pequeñas para que ella pueda trabajar y que alguien cuide de ellas mientras tanto.
Hace unos días, recibieron una orden de desalojo para el día 31 de Octubre. Y una citación para declarar como imputadas por usurpación en diciembre.
Acudieron a pedir apoyo y asesoramiento al Grupo de Vivienda de Latina.
Desde entonces,han acudido a los juzgados, donde nos cuentan que en realidad nadie sabe quien ha solicitado el desalojo del 31, pero que haberlo haylo, como las meigas. Hay diligencias abiertas sobre esta vivienda en dos juzgados diferentes, por dos ocupaciones diferentes. Y ambos juzgados niegan haber solicitado este desalojo. Pero la orden está, y se le entregó en mano a Yonesa.
Hemos ido también al banco, solicitando un acuerdo de alquiler social. Su respuesta ha sido reformular la denuncia, que estaba hecha contra "los desconocidos habitantes de la vivienda" y ponerla a nombre de Solenny y Yonesa. Todo un detalle por su parte.

Por nuestra parte, nos queda convocaros para que nos acompañéis el jueves 31 a partir de las 8 de la mañana. Porque? si has llegado hasta aquí no creo que te estés haciendo esa pregunta.